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El retorno del caballero negro

La marcha de Salva a la mili, la pérdida del local de ensayo, el no poder tocar (salvo en mi casa) y mi enamoramiento platónico (y por supuesto frustrado) de una compañera de clase me hizo precipitarme en una especie de pesimismo existencial que resultó muy apropiado para que el caballero negro volviera a enseñorearse de mi (o yo de él, que eso nunca a quedado suficientemente claro). Los primeros meses de 1974 los soporté de una forma un tanto lángida, mientras el Lord Black de mi adolescencia tardía y mi juventud temprana (que nunca supe cuando terminó la una y cuando comenzó la otra) volvía a hacer de las suyas. Vuelta a escrbir poemas desesperados y a recrearme en las antiguas canciones meláncolicas que había compuesto años atrás. Adios al optimismo vital que me había caracterizado en los últimos tiempos y del que la música, nuestra música, era tan responsable.

¡Lord Black cabalgaba de nuevo!, y al parecer era tan cretino como antes, solo que yo no me daba cuenta, ni siquiera era consciente de que se había convertido de nuevo en mi sombra. Afortunadamente esta vez no duró tanto como la anterior, aunque sirvió para que escribiera unos cuantos cientos de versos que acabaron en la papelera (por lo demás eran pésimos, así que tampoco se ha perdido nada del menor interés para nadie) en cuanto recobré la razón y el ánimo y dejé de estar compungido, lo que sucedió aproximadamente a mediados de la primavera (¡ah, benditas hormonas!) y a medida que el curso se acababa y, aunque no me comiera una rosca, tenía que ponerme a pensar seriamente en los exámenes finales. O sea a estudiar y a dejarme de jilipolleces. Como si quisiera añadir algo al cambio que se estaba precipitando en mi interior fui y, ante el asombro del peluquero del barrio que no se lo podía creer, me corté las melenas que me caían ya por las espaldas (aunque estaba claro que me las iba a dejar crecer otra vez). Fue un impulso súbito, como una necesidad, y yo mismo flipé al ver los largos mechones desparramados por el suelo.

El hallazgo de un nuevo batería, Juanjo, que sustituiría a Salva mientras permaneciera alejado "sirviendo a la patria", también contribuyó a lavantarme el ánimo, aunque seguíamos sin local para ensayar lo que no nos llenaba ciertamente de alegría. Además, el primer concierto con Juanjo resultó un fracaso (sobre todo la segunda parte en que nos dedicamos a "improvisar") por el poco tiempo que tuvimos para ensayar (en un cuartucho de mala muerte) y porque se me había petado el Panther, y porque se echaba de menos a Salva, cxomo me hizo saber un colega de la uni que nos había visto antes, aunque Juanjo no era un mal instrumentista. Como ya lo he contado antes no me voy a repetir, pero lo cierto es que la situación del grupo era, en mucha medida, agridulce, por decirlo de alguna manera. Y de alguna manera tiramos pa lante, que éramos jóvenes y lo de suicidarnos no se nos había ni pasado por la cabeza.

El buga de Emeterio

Por aquella época (primeros meses de 1974) nuestro amigo Emeterio (miembro destacado de la baska) se pilló un buga tela fardón. Vamos que molaba un güevo. Era un seiscientos (esperar, ya se que los seiscientos no tienen nada de particular, pero este sí) descapotable de color naranja (lo véis) con radio y todo. Asi que de vez en cuando nos íbamos en el seiscientos de Emeterio a darnos un rule por los parajes cercanos a Madrid. Como vivíamos en el Barrio de la Concepción los parajes cercanos estaban saliendo por la carretera del Aeropuerto, que era la que llevaba también a Barcelona (en realidad la carretera no te llevaba a ningún sitio, como no te movieras tú o tu vehículo de turno ibas listo), así que nos íbamos por el Jarama, Alcalá de Henáres, Guadalajara y eso. Tampoco es que fuera un bosque de abedules aquello, que más bien parecía un secarral que otra cosa, pero a falta de floresta.... Lo que si había era algunas montañitas (bien peladas, eso si) y teníamos que subir algunas cuestas pronunciadas con aquel cacharro, pero la cosa es que las subía, despacio, pero sin mayores problemas.


Pero cuando más molaba era a partir del buen tiempo (que en Madrid nunca se sabe cuando va a comenzar exactamente, por mucho que se empeñara el hombre del tiempo, que en aquella época ya había y acertaba igual que ahora, o sea, a veces). Entonces le quitábamos la capota y con las ventanillas abiertas bacilábamos como si fueramos en un deportivo de lo más guapo. Lo cierto es que nos lo pasábamos pipa (que siempre hemos necesitado poca cosa para pasárnoslo bien, cosas de chicos de barrio periférico) y además era muy práctico (te traía y te llevaba tan ricamente) y muy fresquito en verano (que los veranos de Madrid son de espanto, oyes). Solo tenía un pequeño inconveniente, el embrague debía estar algo changado porque Emeterio tenía que meter las marchas a capón (a lo bestia) y sonaba un ¡craaak!, que lejos de amilanarnos nos parecía incluso más divertido. Así que con la radio a todo trapo íbamos y veníamos en nuestro deportivo particular de color naranja, y más de una vez me llevó hasta el quinto pino (y me ahorraba por la cara mi buena hora larga de metro, y del de entonces) donde empezé, ante la ausencia de Salva, que se había ido a la mili (ahora si, ahora es la buena) a ensayar con un grupo que se llamaba Don Falismin. Bueno, pero eso ya lo contaré otro día.

P.D. No he encontrado uno de color naranja para la foto y bastante trabajo me ha dado encontrar este, así que, sorry!.

Aquelarre

No penséis que nos habíamos hecho de repente de alguna secta satánica o de que nos iba el rollo de las brujas (entre otras cosas porque aún no las habían vuelto a poner de moda la New Age). En general éramos bastante descreídos (si de adolescentes habíamos dejado de creer en dioses, santos y ángeles no era cuestión ahora de ponerse a creer en demonios, espíritus maléficos y convertirnos encima en sus adoradores). No, la cosa no va por ahí. Va del nombre de una canción de Donovan, aunque lo cierto es que nos enteramos que era de Donovan bastante tiempo después. La primera vez que la oímos fue de mano de Darío en un disco en directo de Al Kooper y Mike Bloomfiled (uno de los mejores guitarristas de blues de todos los tiempos) y la canción se llamaba "Season of the witch", o sea, época de la bruja (en cristiano, que es cuando se hacían los aquelarres (que ya nos habíamos leído "Los demonios de Loudun" de Aldoux Huxley, uno de nuestros autores favoritos, y algo sabíamos del tema). Se trata de un concierto que dieron en el Fillmore East en diciembre de 1968, en el que también participó Johnny Winter.

Desaparecido Darío (no es que le pasara nada, sencillamente se marchó) Juanjo consiguió el "Super Session", un disco de estudio que se había grabado en un par de días (así, como lo estáis leyendo, se grabó en un par de días) en mayo de ese mismo año y en el que también estaban Al Kooper y Mike Bloomfiled con Stephen Stills y que de hecho se trataba de una jam session, o sea que se trata de que se juntan varios músicos a tocar y a ver que sale (si los músicos son buenos suele salir bien). Bueno, pues el tema que más nos molaba, y que en ocasiones nos atrevimos a versionar, era "season of the witch" (que en realidad es de Donovan, como digo), en el que Stills estaba magnífico con la guitarra, aunque se echaba algo de menos la frescura del directo de la otra versión (en la que, sin embargo, no estaba Stills).



Mira tu por donde he encontrado en el YouTube el vídeo (bueno lo vídeo es un decir, que mucho no se lo han currado que digamos) de la versión en directo. El album estuvo desaparecido mogollón de tiempo, que no lo volvieron a reeditar, los lumbreras de la discográfica, hasta unos treinta años después con el título de "The Lost Concert". Cuando me enteré, también unos treinta años después, lo pedí echando najas, que aunque tiempo atrás había conseguido una cinta del "Super Session", y hasta me había comprado el disco de Donovan (pero no me gustó su versión, y eso que es la original), este mola mucho más. Donde va a parar.

P. D. Y ahora va y me asalta una duda, ¿no habré hablado yo aquí de esto antes?. En fin, la neurona...

Tiempos de cambio

Aunque en realidad no cambiaba gran cosa, si que hubo algunos acontecimientos que parecían querer marcar nuevos tiempos, aunque estos aún tardarían en llegar. Aquel diciembre del 73 me llamó un día muy pronto por la mañana mi amigo Domingo para decirme que no fuera a la uníversidad porque habían volado al presidente del Gobierno por los aires (así, como suena). Bueno, pues eso hice. Le dí las gracias por avisarme, quedamos para luego en el barrio, colgué el teléfono y me fuí a la piltra a seguir durmiendo un buen rato, que la vieja ya se había ido al curro y no se había enterado. Cuando, unas horas despues, me levanté, aseé, vestí y salí a la calle a tomarme la cañita del aperitivo (que es algo que en Madrid es sragrado para todo el mundo, tomarse la cañita o las cañitas del aperitivo) había un ambiente de cierta confusión por todas partes. Que la gente andaba mosca y en los baretos del barrio algunos de los proceres más insignes, conocidos por su ferviente adhesión al régimen y al caudillo (nosotros lo llamabamos de otra manera mucho menos amable), se preguntaban inquietos y medrosos (pero que muy medrosos) si ahora iban a llegar pronto los rusos. Flipábamos, ¿pero que coño se metía esa gente?. Para desconsolarles aún más les decíamos que era algo seguro. Y ya habían aparecido como media docena de chistes sobre el evento, que ya se sabe, a humor negro no hay quién nos gane.

Así terminaba ese año y comenzaba el 74 y yo también había cambiado, de curso, y hasta de edificio, ¡por fín había aprobado primero! y ahora estaba en segundo de Facultad, en un edificio nuevo que al principio no me gustó (¡había estado tanto tiempo en el otro!) con un profesor de Filosofía que se empeñó en enseñarnos la Metaspiscología profunda de Freud (así con dos c... ) con lo que no me quedó más remedio que leerme "Totem y tabú" y el "Yo y el ello". Pero lo más curioso del todo fue que hasta me gustó (más el primero que el segundo) y hasta me enteré de la mitad de las cosas que decía (en el primero, que en el segundo no me enteré de nada prácticamente). Le cogí gustillo y me empecé a leer sobre psicoanálisis e interpretación de los sueños y por un tiempo me hice forofo. Y le daba la paliza a todo bicho viviente que se dejara (y al que no, también, a no ser que saliera huyendo), que siempre he sido de dar la paliza con aquello que me entusiasma.

Con todo, mi reciente conversión al pensamiento freudiano no resultó muy util para mejorar mi relación con las chicas ni mi inexistente vida amorosa, que seguía siendo más cortado que las mangas de un chaleco, y para colmo me había vuelto a enamorar (platónicamente, eso sí) de un compañara de clase, a la que veía de lejos con su amiga (siempre iba con su amiga) y yo daba unos suspiros profundos y me sentía muy desdichado, que me gustaba un güevo pero no era capaz de acercarme y de decirle ni buenos días, a pesar de que los amigos insistían una y otra ves, pero nada que no había manera, que mucho "thanatos" y mucha leche, pero seguía sin comerme un rosco. Y lo peor es que también los tiempos habían cambiado en eso, que unos años atrás habría compuesto, en medio de mi desesperación amorosa, cosa de unas veinte canciones, para júbilo de Quique y de los demás del grupo, pero ahora no, que se me había agotado la inspiración (y además ya no componía baladitas, oyes, que ahora era un músico de rock progresivo muy serio y enrollao) y tocaba sufrir en silencio (¡habré llegado a ser gilipollas!).

No nos lo podemos creer

Desde que empezamos (dentro de dos meses hará un añito) esta pequeña aventura por el ciberespacio, en la que contamos las cosas que hicimos y que nos pasaron cuando formamos una banda de rock en un barrio periférico de Madrid allá por finales de los años 60 y comienzos de los 70, igual que otros muchos chavales han hecho en otras muchas partes del mundo, han pasado un puñao de cosas y el resultado es que estamos flipando y no nos lo podemos creer. Primero fue el blog (el mismo que estáis leyendo ahora, bueno no, que el primero no acababa de molarnos y nos cambiamos a este con todo lo que se había publicado en el otro) y la sorpresa de que había gente por ahí que al parecer no tenía otra cosa mejor que hacer que leer las chorradas que escribíamos cada pocos días (¡gracias a todos!).

Luego, casi de rebote, descubrimos lo de ReverNation (¡que no nos dan comisión!, no os pongáis pesados) donde después de varias semanas seguimos en el nº 2 del ranking (a saber lo que es eso) de grupos de rock de Madrid, después de haber estado, incluso, unos días los primeros. Y mira que solo buscábamos un sitio fiable para alojar nuestros temas y poder poner aquí un player porque el que usábamos hasta ese momento se había ido al carajo sin avisar ni nada. Luego RockAkkairs, que le habíamos cogido el gustillo oyes, así que nada allí que nos plantamos también, que para eso es gratis y mola un güevo. Ahí somos menos conocidos, aunque nuestra popularidad va subiendo poco a poco y en la sección de "música" tenemos un tema nuestro ("en plan gilipollas", que el tema se llama así, ¿eh?, no significa otra cosa) en el número dos de la lista.

Y ahora lo de MySpace, que también nos hemos hecho allí un hueco, y resulta que esta subiendo como la espuma. Que la gente (otros grupos) se nos apunta (¡ale!, pasar y tomaros una birra que al fondo aún hay sitio) y a otros (lo que nos gustan como suenan) los apuntamos nosotros, claro, que es lo que se hace en estos sitios según parece, y les va el rollo y nos dicen que ya nos veremos por los escenarios (¡glub!). Así que, además de lo inesperado, nos está dando un subidón y a ratos estamos eufóricos y a ratos perplejos (¿no será todo esto una broma y alguien no está tomando la cabellera?) y flipamos por un tubo y no nos lo podemos creer. Al final, después de tantos años, se está escuchando nuestra música y parece que gusta y todo (o por lo menos, que no disgusta del todo). Así que se nos pone cara de gilipollas (¿que coño hemos estado haciendo todos estos años?) y estamos enpezando a considerar seriamente el regreso. Cuando ocurra (si finalmente ocurre) ya os avisaremos.

Se ha changao otra vez (disculpen las molestias)

Pues si, que se ha changao otra vez el invento para escuchar las canciones (o temas, que mola más decir temas) que, de vez en cuando, colgamos en los posts. Así que no suena ninguna (menos mal que el player de ReverbNation, que está en la columna lateral del blog, sigue funcionando, y ahí, si alguién tiene muchas ganas, que de todo hay siempre en este mundo tan raro en que que vivimos, puede escucharlos tranquilamente). Además, se ha changao, como la otra vez, a traición, sin aviso previo ni nada, que por otra parte es como suelen changarse estas cosas. Que esto es un sinvivir y un sobresalto contínuo, que te crees que todo va como la seda y ¡zas!, va y se changa algo. Y en un blog que cuenta la historia de una banda de rock que se change y no se pueda escuchar la música resulta bastante chungo.

Además se ha changao de una manera muy rara, que es que ahora los mp3 que habíamos subido se han borrado o los han borrado (vete tú a saber, que hay mucho manazas suelto) y nos piden que pongamos la "url" del tema (que previamenete habíamos subido y ha desaparecido como por arte de magia). Lo primero es enterarse de que demonios es eso de la "url", que después de investigar un buen rato por ahí hemos llegado a la conclusión (nosotros solitos) que es como llaman a los enlaces que te dan los sitios donde subes archivos (mp3 en este caso) para poder compartirlos. Bueno, sencillito entonces, ¿no?. Pues no, nada de eso, de sencillito nada. Que si queremos que sigan funcionando tenemos que volver a subirlos a otro sitio, pillar el enlace o la "url" de las narices y ponerla y entonces, solo entonces se escuchará la canción (o tema).

Pues va a ser que no, que además no todos los sitios donde te subes archivos y te dan enlaces o "url" de esas, sirven luego para reproducir música, que ya hemos probado unos cuantos y no funcionan. Además, ¿que ventaja tiene que, primero alojemos los mps en un sitio, luego pillemos en enlace (o "url" de los c... ) y tengamos que ir a otro sitio a que nos den el reproductor para que pueda sonar la música?. Ninguna, así que a los cráneos privilegiados que se les ha ocurrido semejante y brillante idea les va a ir mal el negocio. Nosostros nos cambiamos. Pero con calma, que hay que estudiar el asunto a ver si de una puñetera vez encontramos un sitio fiable. Así que mientras podíes seguir escuchando los temas en el player de ReverNation (si, el que está en la columna lateral del blog), o pinchar en RocAffairs (que allí también están), o en nuestro perfil en MySpace, FaceBook o Bebo (que también los tienen y son los mismos) o pinchar en la foto del grupo que os llevará a nuestra página web y desde allí también podíes escucharlos.

Así que opciones hay un montón, y mientras vamos a seguir estudiando el asunto (despacito eso, si, que tampoco no va la vida en ello, y hay otras cosas que hacer, como currar, dormir o ir con los amigos de birras, etc) que a este paso nos vamos a convertir en unos expertos en el tema y a lo mejor hasta abrimos (es un decir) un blog de ayuda de esos. Pues eso, a esperar, y ¡disculpen las molestias!.

¡Monstruo!

Que nadie se ofenda ni se vaya a mosquear, que no es un insulto ni adjetivo calificativo alguno, sino el título de un album que también nos impactó bastante. "Monster" de SteppenWolf, la banda formada por John Kay (voz y guitarra), Jerry Edmonton (batería), Michael Monarch (guitarra), Goldie McJohn (teclados) y Nick St. Nicholas (bajo), de los que ya habíamos escuchado sus famosos "Born to be wild" y "The Pusher", este último en mi opinión uno de los mejores blues que se han escrito (y que mi vieja, que entiende bien la lengua del Chespir flipaba con la letra). Los habíamos oído en el disco de la banda sonora de "Easy Rider" que conseguimos mucho antes de ver la película (por aquí estuvo censurada, ¡que país más simpático era este!) y que luego resultó (la película) ser un bodrio.


Aunque "Monster", en realidad el quinto albún de la banda que se había formado en 1968 a partir de Sparrow (un grupo de blues canadiense que se trasladó a San Francisco) fue publicado en 1969, también aquí nos llegó tarde (que si no no viviríamos donde vivíamos) y apenas sabíamos nada de los anteriores, pero fue todo un descubrimiento para nosostros. Rock duro del bueno en un disco temático en el que se criticaba abiertamente (de hecho muchas de las letras de sus temas tienen que ver con asuntos por aquel entonces mal vistos y controvertidos) la historia y el estilo de vida americano (del norte), con indios exterminados, brujas quemadas y manifestantes masacrados por la policia (entre otras cosas). Y además, para mi gozo y contento, otro grupo con teclista, que al parecer los teclistas estábamos de moda, mira que bien. Fue otro de los discos que escuchamos una y mil veces en casa de Rulo hasta aprendérnoslo de memoria.


Más tarde conseguimos el doble albúm en directo de la banda, que es uno de los mejores discos de rock en directo que se haya grabado nunca. Y hasta en alguna ocasión nos atrevimos a versionar su "Born to be wild", aunque no mucho, que no éramos muy dados a las versiones y preferíamos tocar nuestra propia música. Pero allí estaba, al fondo, el Lobo Estepario y su indudable influencia.



Bien, pues aquí están los vídeos, espero que los disfrutéis como hemos disfrutado nosostros.

Vuelta a las andadas

No, no se trata de ninguna jugarreta protagonizada por los cuatro de MOH, sus amigos o la baska, que es sobre lo que escribimos habitualmente. Cuando esta mañana, después de una ducha y un desayuno apresurado (que me tenía que ir al curro, oyes, que los rockeros carrozones también curramos, no os vayáis a creer) he encendido mi mac (como hago siempre) para hechar un vistazo rápido a posibles asuntos pendientes, me he encontrado con que las barras horizontales de los menús de la columna lateral del blog habían desaparacido y en su lugar lucían unas bonitas ilustraciones con unas letritas muy simpáticas que, sin embargo no dejan leer bien lo que pone (en los menús de marras). Como no tenía tiempo de hacer nada me he ido a currar esperando que la cosa se resolviera sola (que es lo mejor que puede pasar, que las cosas se resuelvan solas y así te libras de tener que hacer nada al respecto).

Por la tarde en el curro (que yo curro mañana y tarde, ¿eh?, como casi todo bicho viviente) he tenido un momento libre y le he echado un vistazo para ver si había habido suerte y ¡bingo!, ahí estaban las bonitas barras negras de los menús de siempre, así que respiré aliviado pensando que efectivamente la cosa se había arreglado sola y, mira, mejor que mejor (ya que no tenía que hacer nada al respecto). He llegado a casa hace un rato y me disponía a escribir sobre nuestras rockeras andanzas, cuando ¡zas!, las puñeteras barras habían desaparecido de nuevo y ahí estaban las dichosas letritas no dejando leer lo que pone en los menús. Así que me he mosqueado mogollón. O he flipado en el curro (que podría ser pero no estaba bajo el efecto de ningún psicotrópico, que te dispersas un güevo y no curras bien) o me están bacilando con el rollo de las barras de menús que aparecen y desaparecen cuando les viene en gana.

Así que si os parece, vamos a hacer una cosa, cunado le echéis un vistazo al blog, si lo encontráis como siempre, pues vale, dabuti, se ha vuelto a arreglar y a ver cuanto dura. Pero si no están las barras y en su lugar aparecen las letritas de los c... , os pediría que, haciendo un esfuerzo sobrehumano (ya que aquí no comenta nunca nadie nada) dejárais un comentario al respecto, no se, algo corto, tampoco hay que escribir el Nuevo Testamento, con algo así como "Chungo" o "Muy chungo", sería suficiente. De esta manera yo sabría si es solo cosa de mi mac (pues en el curro se veía bien) o también la pasa a más gente, y aunque seguiría sin tener ni pajolera idea de la causa, me quedaría tranquilo sabiendo que mi mac está bien y que el desperfecto viene de algún rincón del ciberespacio. Consulta al "Escaparate de Rosa" (uno de los mejores blogs de ayuda que conozco) y a ver si soy capaz de arreglarlo. ¿Trato hecho?, ¿si?, pues anda decidme como lo véis.

P.D. (al día siguiente, o sea hoy). Bueno, comprobado, la imagen de la barra de los menús de la columna lateral se ha ido al carajo (que esto es un sinvivir, oyes) en el servidor donde quiera que estaba guardada. Así que me he metido en la plantilla html y he mangado otra, que es la que se ve ahora. Me gustaba más la antigua, pero que se le va a hacer.

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