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Se ha petao (nosotros no hemos sido)

Pues que se ha petao el invento este del Blogger, que no había forma de entrar ni de ver ningún blog (o bitácora, que también se les llama pero suena mucho más cursi y además aquí nadie tiene un barco) y así ha estado casi toda la tarde, que queríamos haber escrito antes, para luego irnos por ahí a tomarnos algo (que es Jaloguin, pero no viene al caso, que no nos vamos a disfrazar ahora de brujas, monstruos varios (algunos no lo necesitan) y vampiros porque lo hagan los yankis esos, sino que es sábado y apetece darse un rule por el pueblo, oyes, que es mucho más castizo y de aquí de toda la vida), pero no ha habido manera hasta hace un rato, así que ya no vamos a escribir lo que teníamos pensado (que tampoco era gran cosa, que no vamos a estar comiéndonos el coco para las chorradas que solemos contar aquí de vez en cuando). Y es que es una faena cuando se peta la internet, que ya estamos todos enganchados y se nos queda una cara de tontos que no veas.

Que ya podíamos haberla tenido (la internet esa) en aquella época (cuando éramos unos jovenzuelos y andábamos zascandileando como unos locos), aunque tampoco habría servido de mucho que los ordenatas del momento tenían el tamaño de un carromato de feria (y no exageramos ni un pelo), como el que sale en la peli de "Juegos de guerra" (que no veas como mola la peli esa y si hay alguién por ahí que no la haya visto pues que se anime que más bodrios se habrá tragado sin rechistar ni nada), y no te cabían en casa por más que te empeñaras, y venían a costar un pastón de los buenos. Y además tampoco se había inventado el güindos ni nada que se le pareciera y para manejar un cacharro de aquellos tenías que irte a la escuela de informática y pasarte allí cuatro o cinco años dándole que te pego a la sesara, que el Salva empezó y todo pero luego se lo pensó mejor y dijo que aquello lo iba a estudiar su padre (no el suyo, sino el del autor del invento) que por lo visto era un follón de numerajos que no veas y además no tenía nada que ver con el rock progresivo.

Bueno pues eso, que se había petao esta tarde y que nosotros no hemos sido, que basta que tengas pinta de rockero para que te echen las culpas de todo. Y ahora nos vamos a darnos un rule y a tomarnos unas birras, que para eso es fín de semana y no toca currar. Así que, hasta la vista.

Vendiendo Inglaterra al peso

Así se llamaba el sexto álbum de Génesis, grupo al que habíamos descubierto por pura casualidad unos años atrás (y que desde entonces se convirtió en una de nuestras bandas favoritas de rock progresivo) en el Discoplay que había en los Sótanos de la Gran Vía (no nos daba la gana de llamarla Avda, de Jose Antonio), una de las mejores tiendas de discos de Madrid durante bastantes años, y que solíamos visitar al menos una vez al mes. Bueno, así se llamaba traducido al cristiano que en inglés era "Selling England by the Pound". Se trata de uno de los mejores álbunes de Génesis, después de "Foxtrot", que tampoco era manco que digamos. Pues nada, que también lo escuchábamos mucho por aquella época y venía a confirmar nuestra pasión por el rock progresivo británico.

La portada (que se ve aquí arriba) era una auténtica maravilla, muy en la línea de las demás carátulas de los discos del grupo, aunque se trata de una pintura de Betty Swanwick (las anteriores eran de Paul Whitehead) llamada "El Sueño", y anda que no hemos flipado con ella.



En este video que hemos puesto se puede escuchar la mágnifica "Dancing with the Moonlit Knight", que es el primer tema del álbum y se aprecian muy bien las grandes cualidades de Peter Gabriel. Pues, ¡alé!, a disfrutarlo.

Mogollón de basca

Aquel año el planeta (si, este, no va a ser Neptuno, si te parece) había alcanzado la cifra de 4.000 millones de personas (bueno, algunos, como el que nos gobernaba aquí, era dudoso que fuera una persona, pero, en fin, para no liarnos... ) lo que por aquel entonces parecía todo un record. Mucha basca, basca por un tubo, mogollón de basca y eso que aún estábamos lejos de los 6.791.170.386 que venimos a ser ahora mesmo (¿que como lo sabemos?, ¡pues anda que es dificil!, porque lo hemos buscado en el San Google, oyes, y nos ha aparecido una paginita muy mona con los datos actuales de la población mundial, si te parece, no vamos a ir contando un@ a un@). En cualquier caso parecía que aquello estaba a punto de estallar y que ya no cabía un alma (aunque las almas ocupan poco espacio ¿no?, bueno eso el que la tenga, que tampoco estamos tan seguros de que todo el mundo tenga la suya), y, mira, casi 3.000 millones más desde entonces. Y aún quedan sitios vacíos. ¿Que donde?, pues aqui mesmo, sin ir más lejos, que está toda la gente apiñada en las grandes ciudades y el campo esta prácticamente vacío y abandonado. Y si no echarle una miradita al mapa nocturno este tan guapo que hemos pillao (por todo el morro) por ahí.


Como se puede apreciar facilmente, este país esta vacío, mucho más vacío que los otros países que se ven (el norte de Africa no vale, que es desierto, y los de arriba todo hielo). Eso, o la basca por aquí no enciende las luces por la noche y por eso no las pilla el satélite de marras cuando saca la fotico.

Y hablando de basca, aunque nos empezaba a preocupar el tema (no que hubiera mucha, sino que unos pocos vivieran de puta madre y el resto a verlas venir), lo que de verdad nos molestaban eran los sitios atiborrados de basca. Solíamos ir, de vez en cuando, a la Cervecería Alemana, de la plaza de Santa Ana, y también a los garitos de la calle Libertad. Hasta que estuvieron atestados de basca, que ya no te podías acercar a la barra a pedirte una birra y siempre había algún patoso que te pisaba o te tiraba media consumición encima. (eso si no te potaba, que también se han dado casos). Y con el mogollón de basca a tope y descontrolada (que cuanto más somos más nos descontrolamos, vete tú a saber por qué), siempre pasaba lo mismo, además de los patosos llegaban los chungos y los macarras en plan peleon y el sitio terminaba yéndose al carajo con las peleas y la poli que venía cada noche. En fín, que parece que la gente, sino está bien apretujada no se encuentra a gusto. ¡Que cosas!.

De un colega nuestro

Hoy os presentamos la música de un colega y amigo nuestro. Un colega y amigo de aquellos tiempos. Bueno, lo conocimos un poco más tarde, cuando nuestra última etapa en que además de MOH, teníamos otra banda que se llamaba Rompeolas. Pero bueno, que de todo eso ya hablaremos en su momento que aún nos quedan un puñao de cosas por contaros (así que hay tabarra para rato). Nuestro colega ha desarrollado un proyecto musical que se llama Erzsebet. Se trata de rock gótico que suena increíblemente bien. ¡Es una pasada!. La verdad es que estamos muy contentos y flipando con su música y esperamos que a vosotr@s también os guste. Podéis escucharla (u oirla tranquilamente) y hasta bajaros algún tema en el widget (¿que coño es un "widget"?, ¿se puede saber?, ¿no hay un palabro en cristiano para decirlo?) de aquí abajo.



ErzsebetQuantcast

También podéis visitar su página en el MySpace ese: http://www.myspace.com/erzsebetproject
Pues eso, a ver si os mola.

Una cinta en el pelo

Con una cinta en el pelo, que ya me había crecido bastante otra vez, y la barba casi recien estrenada. De esta guisa me presenté en la uni a las clases de mi recién inagurada (para mi) especialidad de Historia, casi como tres años atrás, que entonces también llevaba una cinta sujetándome el pelo, aunque por aquel entonces era bastante imberbe. La verdad es que lo de la coleta no se estilaba y lo de la cinta en el pelo nos molaba mucho más, que quedaba puñao de jipi, oyes, que aunque por ahí fuera lo de los jipis ya estaba pasadillo de moda, aquí, con lo del retraso que llevábamos en todas los cosas, todavía era un farde que no veas. Por ejemplo, Moisés, también se ponía de vez en cuando una cinta en el pelo. Y Cesar. Y Tony. Así que éramos unos cuantos los que nos poníamos (como los indios de las películas y los jipis de por ahí) una cinta en el pelo. Que además de para fardar, tenía su lado práctico, que había que sujetarse las greñas con algo si no querías que te estorbasen para escribir, tocar (un instrumento), comer y cosas por el estilo.

Además, aquel otoño me había dado por reverdecer al jipi que llevaba dentro, que últimamente lo había tenido un poco descuidado, y esto es como los animales de poder del chamán, si no reverdeces al jipi de vez en cuando se acaba marchitando. Lo cierto es que era el único de la clase que llevaba esa pinta, aunque no faltaban los barbudos y gente con pinta progre, que empezaba a estar muy de moda, de ambos sexos. Y alguna que otra pija (tres se sentaron detrás de mi ya en el primer día), pero yo pasaba mucho de las pijas, ¡y una monja!. Que sí, que si, que había una monja jovencita en clase y se las hacíamos pasar canutas a la pobre con toda una serie de chanzas, como aquella vez que, en mitad de la clase, alguien se tiró un pedazo de eructo que temblaron las paredes y otro alguién gritó de inmediato ¡ha sido la monja!. En fín, que no es que tuviéramos nada contra ella, solo que nos parecía una tontería que se hubiera hecho monja y de vez en cuando la tomábamos el pelo, bueno, la cofia.

Y empezé a conocer gente de la que me haría amigo y de algun@s lo soy todavía ahora, después de tantos años, y a otr@s pues les perdí la pista, como suele pasar muchas veces. Y lo más gracioso del caso es que había dos chicas de mi barrio (bueno de la parte de arriba, no de la ampliación) de lo cual nos enteramos al cabo de un tiempo. Y a una la sigo viendo a menudo, que curramos en el mismo sitio, y seguimos siendo amigos, aunque ya no llevo cinta en el pelo, entre otras cosas, porque cada vez tengo menos. Que el tiempo no pasa en balde, y no se si me he vuelto más sabio, pero lo que si se es que me he vuelto más calvo y más carroza. Pero el jipi de mi interior aún reverdece de vez en cuando, que si no de que estaría ahora contando estas chorradas (y tú, si tú, no te escondas tras la pantalla del ordenata, haz el favor de pasarme ya eso y no se te ocurra fumártelo todo).

La banda de los Hermanos Allman

Aquel otoño, seguramente como resaca del verano que acababa de terminar, nos dió por escuchar a The Allman Brothers Band, banda extraordinaria de rock sureño formada en torno a los hermanos Duane Allman (guitarras solistas y slide) y Gregg Allman (voces y teclados) y que también incorporaba a Dickey Betts (guitarras rítmicas y solistas, voces), Berry Oakley (bajo eléctrico), Butch Trucks (percusión) y Jai Johanny "Jaimoe" Johanson (percusión). Tras la muerte, en dos desgraciados accidentes de motocicleta de Duane (en octubre de 1971) y de Berry (en noviembre de 1972) siguieron cosechando éxitos, como el que consiguieron con su album "Brothers and Sisters", que aúnque había salido el año anterior aquí empezamps a escucharlo en el verano y otoño del 74. También escuchábamos su doble LP grabado en directo “At Fillmore East”, aún más antiguo, pero que por estos lares no había sido muy conocido. A todos nos encantaban, pero Cesar era un verdadero forofo.




Lo que más nos gustaba, además del cálido sonido de su rock sureño, era su capacidad para inprovisar, como quedaba demostrado en el disco en directo, no en vano nosotros nos considerábamos unos grandes improvisadores. Así que nos pasamos muchas horas escuchándoles y se convirtieron en otro de nuestros grupos favoritos, que aunque nos molaban un güevo el rock psicodélico y sinfónico, también nos gustaban mogollón el blues y bandas como Buffalo Springfield.

De nuevo en el camino

Terminado aquel verano del 74 (que no estuvo nada mal, oyes) veíamos la cosa con cierto optimismo, que aunque ya no éramos unos jovenzuelos imberbes (todos habíamos cumplido ya los veinte y algunos más) estábamos en la flor de la juventud (perdón por la cursilería, pero a estas horas ya no tiene uno ganas de andar rebuscando palabros), y si no eres optimista de joven, aunque no te vayan todo lo bien que querías las cosas, pues lo llevas crudo, que ya te harás un tarra con los años y te entrará el pesimismo (o se irá el optimismo, que viene a ser igual). El grupo seguía en stand by (como se dice ahora, ¿como que no se dice?, claro que sí, que lo pone en todos los cacharros esos que tenemos por casa, "stand by", o sea preparado, pero sin llegar a estar funcionando). Pues eso, que preparados estábamos, o al menos eso creíamos nosotros, pero seguíamos sin local para ensayar (que era un coñazo lo imposible que era encontrar un local donde poder ensayar) y con Salva aún en la mili, aunque cada vez le faltaba menos para acabarla y poder volver a tocar con nosotros (bueno, si encontrabamos un local para poder ensayar).

Por mi parte, me había dejado barba y, depués de tres años en la universidad, había llegado el momento de dec¡dirse por alguna especialidad y como no se podía escojer "tías buenas", ni "todo el día dando la tabarra con el rock" (que no se yo porqué no figuraban en los planes de estudio), al final me decidí por la Historia, no en plan vocación, sino de puro descarte (que todas las demás me parecían un muermo). Nueva gente, nuevos profesores y nuevos amigos (y algunos de los antiguos también). Pues que no estaba tan mal la cosa, mira tú por donde, y al final hasta acabó gustándome, que siempre he sido muy peliculero, y una película sin una buena historia, pues ya se sabe, une merde. Y no volví a aparecer por el local de Don Falismin (y allí se quedaron, como generosa donación, mi viejo y cascado Panther, mi guitarra Hoffner y mi no menos viejo ampli, que lo cierto es que pensaba ya me iré algún día a por ellos, pero lo fui dejando y dejando y hasta hoy). Pero lo bueno es que, de una forma o de otra, ya estábamos otra vez de nuevo en el camino ("On the road again", que decían Canned Heat, y que era uno de nuestros temas fetiche y se nos ponían los pelos como escarpias cada vez que lo escuchábamos) y dispuestos a comernos el mundo (y alguna otra cosa si hacía falta) como siempre.

Ahora estamos en el cuarto (y no en el oscuro)

Que si, que hemos vuelto a subir (y eso que es más dificil subir que bajar, porque todo lo que sube acaba bajando tarde o temprano pero no está tan claro al revés, ¿eh?) y ahora estamos en el cuarto puesto de la lista de bandas de rock de Madrid en Reverbnation. Como se recordará, habíamos bajado hasta el octavo puesto después de haber estado algún tiempo en el quinto (y en el tercero, e incluso en el primero, y no es ninguna bola). Luego subimos al sexto y ahora resulta que estamos en el cuarto ¿Alguién lo entiende?. Nosotros no, por supuesto, que ya estábamos tan contentos con estar entre los diez primeros, pero si se empeñan en que subamos tampoco nos vamos a mosquear por eso. Y como siempre hay algun@ que desconfía por ahí, aqui abajo está la prueba (que hemos hecho un pantallazo para ponerla en el blog tan ricamente). Y no, no lo hemos retocado con el Photoshop ese, que apenas sabemos usarlo, oyes (que con currarnos el blog y no equivocarnos mucho ya tenemos bastante).


¡Pues mira que bien!, en el cuarto (y no en el oscuro precisamente), que a lo mejor volvemos a bajar otra vez, quien sabe, o seguimos subiendo, que en estas cosas nunca se sabe lo que va a pasar y como te cuelgues mucho es un sinvivir y un mogollón que no veas. ¡Ah!, que se nos olvidaba, ¡muchas gracias a todos lo que nos visitan y escuchan nuestros temas! (que es la única razón por la que subimos o bajamos, y no hay más truco).

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