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Mal empezamos...

Pues ahí que andábanos en el recién estrenado 1976 (parece como si fuera ayer, oyes, y ha pasado una porrada de tiempo, cosas de carrozones). Después de la muerte de su Excremencia, Falange Española y de las JONS (o sea, los fachas de mierda de siempre) van y se convierten en partido político por aquello de ver si así pillaban cacho en el río revuelto de lo que se suponía que tenía que pasar ahora, en aquel triste país nuestro, pero que no se sabía muy bien que es lo que iba a pasar. Parece que deamás de fachas eran (y lo siguen siendo) imbéciles sin remedio, si creían que iban a lograr algún apoyo popular (siempre hay un par de idiotas que los votan, otro par más de nostálgicos de la dictadura, que de todo tiene que haber por aquello de darle colorido a la cosa, y alguno que había hecho su fortuna a la sombra del yugo y las flechas, denunciando vecinos, sino otras cosas peores).


Para que quedara muy claro que aquí no había cambiado nada, el 6 de febrero la Direción Nacional de Seguridad (o sea, los "grises" y los brigada politico-social), instrumento represor al servicio del dictador y sus intereses, va y prohibe los recitales de Raimon, un cantautor  que no cantaba una mierda, dicho sea con todo el respeto y sin ánimos de faltar, más bien berreaba (si, ya sabemos que más de uno se va a cabrear, ¡joder con la intransigencia de la izquierda!,  que aquí nadie pone en duda su fervor revolucionario, pero cantar, lo que se dice cantar, no cantaba un cala, que nosostros somos más de Lluis Llac, musicalmente hablando, que esto es un blog de música, aunque a veces hablemos de otras cosas, que seríamos rockeros pero estábamos en la calle y nos pispábamos de lo que pasaba) y que nos caía simpático el tipo, por aquello de que era catalán (que no todos los madrileños somos catalanofobicos ni unos horteras engominados y presuntuosos) y además daba el cante, aunque no cantara bien, lo que es mérito añadido de su parte, y no nos duelen prendas (ni prendas ni ninguna otra cosa o parte del cuerpo) en reconocerlo.

Pues eso, que empezaba bien el año.

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