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Lo siento, no he podido evitarlo

Ya se que este post que voy a escribir no tiene relación con la historia de MOH que aquí se cuenta... ¡espera!, si que la tiene (bueno en cierta manera), ya veréis. Lo cierto es que no he podido resistirme. He leido la "noticia" en Yahoo y me han entrado unas ganas irrefrenables (vamos, que no me podía aguntar) de comentarla y escribir algo al respecto. Resulta que según unos mendas que son unos investigadores muy serios y muy importantes lo de la amistad es cosa genética:

"¿Eres una persona sumamente sociable o prefieres mantenerte al margen en tu grupo de amigos? De cualquier forma, tus genes y evolución pueden tener un papel clave, según investigadores estadounidenses.

Aunque no resultaría sorprendente que los genes ayuden a explicar por qué algunas personas tienen muchos amigos y otras pocos, los investigadores señalaron que sus hallazgos van un poco más allá.

"Algunas de las cosas que descubrimos son realmente extrañas", dijo Nicholas Christakis, de la Harvard University en Massachusetts, quien ayudó a realizar el estudio.

"Hemos concluido que el modo en que alguien se conecta con sus amigos depende de sus genes", indicó en una entrevista telefónica. "Algunas personas tienen cuatro amigos que se conocen entre ellos y otras tienen cuatro amigos que no se conocen entre sí. (Por ejemplo) Que Dick y Harry se conozcan entre ellos depende de los genes de Tom".

Christakis y su colega James Fowler, de la University of California en San Diego, son conocidos por sus estudios, en los que demuestran que la obesidad, el tabaquismo y la felicidad se expanden en redes.

Para esta investigación, ambos expertos y Christopher Dawes emplearon información nacional que comparaba a más de 1.000 mellizos y gemelos.

Debido a que los mellizos comparten el ambiente, los estudios en los que participan son buenos para mostrar el impacto que tiene la genética en varios temas, dado que los gemelos comparten todos sus genes, mientras que los mellizos sólo la mitad.

"Hemos visto que parece ser una tendencia genética presentar a los amigos unos a otros", dijo Christakis.

Podría haber buenas razones evolutivas para esto. Las personas en medio de una red social tendrían conocimiento de chismes útiles, como dónde está la buena comida y las mejores opciones de inversión, pero también correrían el riesgo de contraer gérmenes de todos lados, y allí la ventaja residiría en una conducta social más cautelosa, escribió el equipo el lunes en Proceedings of the National Academy of Sciences.

"Puede que la selección natural actúe no sólo en cosas como si podemos o no resistir un resfriado, sino además en con quién entraremos en contacto", indicó Fowler en un comunicado".

¡No jodas!, resulta que era eso, si no tienes amigos, no es porque seas un gualtrapas, un capullo y un mamonazo, además de un tipo (o tipa) de lo más chungo, egoista, avaricioso, sociopata, insusfrible e insociable, no, ¡que va!, es por lo de los genes. ¿Será posible?, así que para que vas a esforzarte en cambiar, ¡que les den!. Uno de los lumbreras ha dicho por teléfono (que al parecer es la forma habitual de difundir los descubrimientos científicos en aquel país, que deben tener una tarifa plana cojonuda, oyes): "Que Dick y Harry se conozcan entre ellos depende de los genes de Tom". ¡Hostia tú!, ¿y lo sabe Tom?, para que haga algo con sus genes, coño, que si no los otros dos van a seguir sin conocerse toda su vida. También ha dicho: "Hemos visto que parece ser una tendencia genética presentar a los amigos unos a otros", y una norma elemental de urbanidad y de buena educación, nos decían en el colegio.

Se comprende pero que muy bien que les parezca que algunas de las cosas que han descubierto sean realmente extrañas. ¡Y tanto!. Lo extraño es que se atrevan a difundirlas tan ricamente. Una preguntita de nada (que ya se sabe que los rockeros solemos ser gente muy ignorante y zafia), cuando dejas de ser amigo de alguien porque te ha hecho (o le has hecho, que todo puede pasar, oyes) un putadón como un piano o del tamaño de un armario ropero ¿qué demonios es lo que hacen los genes?, ¿intentan mediar de alguna manera para que no se vaya al carajo esa magnífica amistad que ellos solitos habían generado? (es que estaba puesto a güevo, mira).

Así que si Salva y yo nos conocíamos y eramos amigos desde niños, no es porque viviéramos en el mismo barrio, fuéramos al mismo colegio y nos cayeramos bien, sino por los dichosos genes esos que andaban por ahí enredando (Salva, tronco, ya lo sabes, que estábamos condenados genéticamente a ser amigos, para que lo sepas, que lo nuestro tampoco tiene tanta historia ni tanto mérito). Se conoce que cuando Rulo y yo nos hicimos buenos amigos despues de un tiempo de no aguantarnos los genes estaban de vacaciones o habían cambiado de opinión, que se va a descubrir ahora que los genes también cambian de opinión ((lo cual sería mucho más divertido y eso si que explicaría mogollón de cosas). Y si Quique dejó su antigua pandilla para venirse con nosotros, la música no tuvo nada que ver, ¡es que lo llevaba en los genes!. Pero, ¿alguién puede decirme que es lo que de dan de fumar a esta gente?. Lo siento, no he podido evitarlo...

Pues va a ser que no

Me escribe alguien al correo interno del blog (manía de no dejar mensajes, oyes) preguntándome si para sacar pelas (dinerito contante y sonante, vil metal) no recurríamos a lo que han recurrido la gran mayoría de los grupos de entonces y ahora. Que ahora se llama hacer "bolos" y antes se llamaba hacer el hortera, o sea ir por los pueblos tocando un repertorio de lo más hortera, copla española y pasodobles incluidos, y estar dispuestos, ademas, por si fuera poco, para amenizar (si llegara el caso), bodas, bautizos, comuniones y hasta funerales (que alguna ocasión se ha dado, no tanto aquí, pero vés y preguntales a los irlandeses. que se toman lo de la muerte y, sobre todo, lo del sepelio, ¿como diría yo?, ah si, con un rollo mucho más positivo), con semejante ristra de tonadillas (que no se les puede llamar nada mejor).


Pues va a ser que no. ¡Que no, hombre, que no!. Que no habíamos abominado de Karina, y de Los Albas, y pelearnos con las chicas en los guateques (que es mucho más grave, que a esa edad lo que te estás jugando es un calentón, y a falta de otra cosa... ) con la birria esa de los Beach Boys de las narices, que mira que eran y siguen siendo horteras (que parece que es algo que no se cura con el tiempo, como la gripe, no que vá, que imprime carácter de por vida, hortera eres y hortera te morirás) los tíos, y encima van de windsurferos de los c..., que como todo el mundo sabe es algo que cualquier hijo de proleta puede practicar sin mayor problema, ¡ah, no!, que se me olvidaba, hay que tener playa cerca (aquí jodido), ser rubio (tampoco) y un completo gilipollas (menos aún), o los Bee Gees que todavía resultaban más insufribles de puro blanditos y melifluos (que no sé muy bien que significa, pero aquí mi colega que se está bebiendo una birra me ha dicho que lo ponga).

Que no señor, que no nos daba la gana ir por hay tocando las horteradas del momento, que eran muchas y muy variadas, y no voy a hacer la lista que no quiero resultar cansino (y además se van a creer por ahí que me las se todas lo cual es mucho más chungo), que para eso no nos habíamos convertido en rockeros y mucho menos aún en jipis de esos, que la gente te miraba mal por la calle, que tu no sabes que país era este y si lo sabes es que se te ha olvidad0 (que es todavía peor, que se te haya olvidado) por lo de las greñas y la pinta que llevábamos, pero nos daba lo mismo, y a las pruebas me remito, ¿que, qué pruebas?, mira las fotos, coño, y no me distráigas que estoy escribiendo y si me distraes ya no se ni lo que escribo. Que aún rockeros ha habido alguno horterilla, pero que no vamos a decir nombres, no preocuparse, que todos somos como una gran famila (o manada o tribu, o lo que sea) aunque al tipo ese del fondo que se está bebiendo mi güisky no le conozco de nada. Pero jipis menos, horteras digo, y si los había pues que lo disimulaban mejor, que se les notaba menos, vamos.

Pues eso, que no nos daba la gana ir de pueblucho en pueblucho (y eso que nos iba el campo un puñao, pero nos sus moradores, sobre todo los que andaban a dos patas y tiraban de garrota como si tal cosa), que no nos íbamos a cortar las melenas, con lo que habían tardado en crecernos, y las discusiones que habíamos tenido en casa (que si te cortes el pelo, que pareces un no se qué y cosas por el estilo) y con ellas corríamos un serio peligro físico, y no es broma ni exagero un pelo (y no es alusión ni metáfora, sino todo lo contrario), y menos aún perder el tiempo aprendiendo a tocar horteradas de esas. ¿Que otros lo han hecho?, pues mira que bién, que nos alegramos por ellos, que seguro que tampoco se han sacado un pastón y han creado su propia discográfica (que al final, es todo lo que los rokeros queremos y el que diga que no, miente más que el Judas Tadeo ese, bueno o el otro, que ahora no se muy bien quien era el que metía los pufos y las trolas, que lo tengo como olvidado, oyes) y más de un marrón se han comido por ahí, lo que pasa es que no lo cuentan. Que no queríamos ser como los de la foto que he puesto, que seguro que son todos muy majetes, pero mucha pinta de rockeros y jipis pues no tienen, la verdad.

Y ahora va a ser que es que éramos unos señoritos, ¡oiga!, que no nos iba lo de pringarnos con la cosa esa cutre del bailoteo en los pueblos (que alguna fiesta de esa nos ha pillao de paso, que las tías bailaban con las tías y los tíos con los tíos, que lo he visto yo y he flipado en colores tú, y como para quedarte a tocar encima), bodas, bautizos y comuniones. Seguramente, por eso vivíamos en un barrio periférico y nunca teníamos un duro para nada. O a lo mejor es que no éramos musicos de verdad, que un músico (de verdad) tienen que saber tocar lo que le pidan (¿a quién se le habrá ocurrido semejante chorrada?) y no lo que él quiera o sepa tocar y le salga de los güevos en ese momento, que los músicos nos debemos al público y todo eso. ¿El público?, ¿que público?, ¿entonces, en este país? Pues va a ser que no.

Tocando a pelo

Cada vez que me acuerdo... Tocábamos (cuando tocábamos) a pelo. ¿Que qué significa tocar a pelo?. Ya se nota que sois unos jovenzuelos y estáis rodeados de cachivaches electrónicos por todas partes. Tocar a pelo significa que no hay, por supuesto, mesa de mezclas, ni monitores para escucharse uno como suena la cosa, ni ordenadores, efectos especiales y demás tinglado que acompaña hoy cualquier actuación. Así que si estás pegado al ampli del bajo lo que más oyes es el bajo y haces tu trabajo musical más o menos a ciegas o, como digo, a pelo. Luego escuchas los demás instrumentos muy por debajo, salvo la batería, que los porrazos (quiero decir, los baquetazos) se oían bastante bien por todo el escenario y sabías más o menos por donde iba, el asunto pero no sabías nunca como estaba sonando en realidad. A no ser que tuvieras un cable muy largo y te sentaras entre el público.

Pues así eran las actuaciones y los conciertos, tocando a pelo, haciéndolo lo mejor que sabías y te salía en ese momento, procurando no cagarla con los cambios, y no sabiéndo nunca cual era el resultado final. Si, claro que grabábamos cuando había algún medio disponible (o sea, que alguien se había llevado su grabador mangurrino de casete) pero teniendo en cuenta la calidad sonora de aquellos trastos casi era mejor no escuchar el resultado. Los sonidos graves brillaban por su más clamorosa ausencia, aunque el bajo estuviera a toda tralla, los agudos se convertían en un chirrido insoportable, si es que había captado alguno, y los medios (los sonidos) se embarullaban de tal manera que no había forma de distinguir nada con claridad. ¡Para haberlo sabido y no haberlo grabado!.

La verdad es que en eso no nos diferencíabamos nada de otros grupos que conocíamos, y es que las condiciones técnicas, más allá de que aquel tuviera un ampli de mayor potencia, eran bastante similares en la época si no eras profesional (tampoco es que los profesionales tuvieran un equipo cojonudo, comparado con lo que hay hoy, pero por lo menos tenían monitores para escucharse). ¡Claro que era un problema de pasta!, no te digo, que si hubiéramos estado forrados ya habríamos tenido mejor equipo, pero no era el caso, mira tu por donde. Y a pesar de todo, nos pirrábamos por tocar, como fuera y en las condiciones que fuera, con tal de tocar, que es lo que más nos gustaba.

Una cosa si era cierta, tocando a pelo, o sabías tocar o te la jugabas, nada de efectos pregrabados, samplers y otras lindezas para disimular que en realidad eres un tocho (y tienes más jeta que espalda) y no te sabes más de cuatro acordes (aunque a algunos eso les ha dado resultado, que hay orejos para todos los gustos). Ni reverb en la voz, ni eco, ni gaitas, a cantar a pelo y si no te sale el falsete te jodes. ¡Ah!, y un micro para los cuatro, así que si hay que hacer coros a arrejuntarse tocan, y si no mejor olvídate de hacer voces. No se si fue por eso, pero durante un periodo nos volvímos cada vez más instrumentales. Por lo menos nos ahorrábamos los amplificadores de voz, la etapa de potencia, los micros, bafles y todo el asunto que venía a salir por un pastón. ¿Los temas que hemos colgado?, si, claro que hay voz, la mayoría son de nuestra última época y empezábamos a tener un equipo medio decente.

No bicycle

Pues no, no se montar en bicicleta, ¿que pasa?, ¿pasa algo?, y, por supuesto tampoco se montar en moto, cosa esta más rara para un rockero, razón por la cual no les iba a algunas chicas que estaban locas por las motos, que más de una (y de dos) he conocido (la verdad es que éramos unos rokeros sin moto, pues ninguno de los cuatro tuvo nunca una, bueno, a lo mejor era porque también éramos muy jipis, y los jipis son mas de furgoneta vieja, ya se sabe, aunque tampoco teníamos, que con el "seiscientos" del Bola ya íbamos apañados). Y no sé, por la sencilla razón de que no tuve la oportunidad de aprender, no porque sea imbecil o algo por el estilo, como estarán sospechando algunos (que siempre están por ahí los mal pensados que sospechan lo peor). Y no tuve la oportunidad de aprender porque nunca tuve una bicicleta, oyes, que si la hubiera tenido pues ya habría terminado aprendiendo, antes o después, a fuerza de trompazos como todo el mundo, que todavía no conozco a nadie, y mira que he conocido baska de todo tipo y pelaje durante todo este tiempo, que haya nacido sabiendo montar en bici.


La verdad es que miento, bueno solo un poquito, porque si que tuve una bici un corto periodo de tiempo de mi infancia. Pero es como si no la hubiera tenido. En realidad fue peor que eso. Me explico. Me la regaló mi abuelo paterno cuando tenía siete u ocho años (yo, no mi abuelo) y era de color verde (que de eso si me acuerdo) de lo más maja. Solía darme vueltas con ella por el salón de mi casa y a veces conseguía bajar a montar un rato a la calle. La cosa se torció cuande le dije a mi vieja que quería quitar las dos ruedecitas esas que tenía atrás y aprender a montar a pelo. Por lo visto supuso que era la cosa más peligrosa del mundo y que me iba a romper la crisma seguro (además de pensar que era un completo idiota y el niño más torpe del mundo). Así que fue y se la regaló a mis primos tan campante, que se pusieron la tira de contentos y se la cargaron en un par de semanas porque según ellos era una mierda, pero mis tíos les compraron otra, y yo me quedé (a pesar de mis protestas) con cara de gilipollas pero sin bici. Y durante mucho tiempo se la tuve bien guardada a la vieja, que eso no se le hace a uno, que te puede salir un trauma de esos y quedarte tocao del coco para el resto de tu vida (aunque de eso me enteré más tarde, entonces solo me daba una rabia tremenda que me hubieran quitado la bici por la cara).

Y no hubo ninguna más. Así que crecí sin saber montar en bici y los posteriores intentos para aprender tampoco es que fueran muy alentadores. La verdad es que ya le había ido perdiendo el interés (al igual que nunca me interesó jugar al futbol, deporte, entre otros muchos, para el que estoy especialemente no capacitado). Sin embargo, nado bien, no os vayáis a creer, aunque también aprendí tarde, entre otras cosas porque en Madrid no había mar, y creo que sigue sin haberlo, ni siquiera un río que mereciera ese nombre, que lo de llamar río al Manzanares es más que un eufemismo (en realidad es una pasada), y era bastante jodido aprender a nadar en la bañera de casa. Tampoco había piscinas cerca, así que me tuve que esperar y aprender de mayorcito, ya con dieciseis añitos, en el Canoe (que por cierto, costaba un pasta).

Volviendo a la bici, en una ocasión que andábamos por el campo en casa de no me acuerdo ahora quién, Emeterio se empeñó en que me enseñaba a montar con una que había por ahí en un pispas y se puso tan pesado el tío que no hubo manera de negarse. Así que me monté, yo delante y el detrás. Yo le iba dando a los pedales y el, a mi espalda, guiaba el manillar, alargando eso si lo brazos, hasta que ya íbamos lanzados y dijo, "¡ahora cojeló tu!". Lo cogí y la galla que nos metimos contra la cerca de un prado que no se que hacía por allí fue de antología. Afortunadamente, salvo unos rasguños y arañazos, no nos pasó nada más grave a los dos, ni a la bici, pero ya no volvió a decirme nunca que él me enseñaba a montar, que perseverante, lo que se dice persevarante no estuvo, a pesar del entusiamo inicial con que había encarado la cosa. En fin, que se le va a hacer, ¡gracias Emeterio!, tío.

Como no es una historia muy de rokeros (ni de jipis) nunca hicimos una canción sobre el asunto.

Gallumbos bien limpios

Hay que ver la manía que tenían las madres con lo de los gallumbos (ellas decían calzoncillos, que es una palabra que no nos molaba nada). Aunque hace tiempo que habíamos dejado de ser chavalines y ahora éramos unos jovenzuelos imberbes, les daba igual, "¿llevas los gallumbos (los calzoncillos) limpios?", que mira que pueden llegar a ser pesaditas las madres cuando quieren, bueno y cuando no quieren pues también. Porque nosotros eramos jipis, pero gallumbos llevábamos, no como un colegui que tenía en la facul que fardaba el tío de no llevar gallumbos. ¡Pues es incómodo de cojones! (y nunca mejor dicho, que me lo ha puesto a güevo). Lo curioso del caso es que no te lo preguntaban cuando ibas al cole, a la uni o al curro, o te bajabas a dar un garbeo, a tomarte un birra, o a comprar el periódico, sino si un día te preparabas para una excursión, una salida al campo, por ejemplo, o un domingo ibas a visitar un museo con unos amigos (que esas cosas se sufren mejor juntas), o te ibas a una fiesta a la que te había invitado algún conocido que no fuera del barrio, o te ibas de viaje, o a un concierto, en fin, cosas así.

Normamente no eramos unos guarros, a pesar de nuestro aspecto desaliñado, y solíamos ducharnos bastante a menudo y por supuesto cambiarnos de ropa interior, gallumbos incluidos. De ahí que no comprendiéramos muy bien la insistencia de las madres en que en tales ocasiones había que tener un especial cuidado en llevar gallumbos limpios., inmaculados. ¿Alguien, con la autoridad correspondiente para estos casos (que no sabemos muy bien cual era, pues había que descartar a la Guardia Civil y a la Policia que estaban ocupadas en otras cosas) nos iba a inquirir por el estado de nuestros gallumbos, hacerselos enseñar y si no estaban limpios, pagar las consecuencias?. ¿Y que consecuencias?, ¿que tipo de castigo o multa le podían poner a uno por no llevar los gallumbos lo suficientemente limpios?. ¿Que pasaba si habías salido con ellos limpios de casa y por el camino te habías tirado un pedo (cosa que hasta a los rockeros nos pasa) que había mancillado la inmaculada limpieza original de la mencionada prenda?. ¿Era el mismo castigo, aunque el pedo se te hubiera escapado?

Tales incógnitas solo tenían una respuesta y esa respuesta la tenían las madres. Así que preguntamos el porqué de tanta preocupación sobre si llevábamos o no los gallumbos bien limpios. ¡Pasmaos!, nos quedamos pasmaos con la respuesta. ¡Era por si teníamos un accidente y en la clínica o en el hospital donde nos llevaran, tenían que quitarnos la ropa y -horror- se dieran cuenta espeluznados y con los ojos fuera de órbita por el susto de que no llevábamos gallumbos limpios!. ¡No te jode!, así que nos habíamos partido algo muy gordo, que si te partes la jeta, la mollera, un brazo o una pierna seguro que los médicos que te atienden no te desnudan y te miran los gallumbos, no se, tendría que ser que nos habíamos partido un pulmón, el bazo, el pancreas, un riñón o los dos, o todo el cuerpo enterito, y andaba todo por ahí hecho un asco con la sangre desparramada por el suelo y trozos de vísceras colgando, pero no, la principal preocupación de los facultativos y sus ayudantes iba a ser si llevábamos los gallumbos limpios.

Así que nos imaginábamos la ansiedad de las madres al recibir la nefasta llamada anunciando lo peor: "Señora, soy el dr. Fulanitez, que su hijo está aquí en el hospital hecho unos zorros porque le ha atropellado un trolebús (o le ha caído encima un satélite, que también puede pasar, oyes), no se preocupe que ya estamos en ello y después de cincuenta operaciones va a quedar casi como nuevo, aunque no le puedo prometer nada, ¡ah!, que sepa que no llevaba los gallumbos limpios. ¿Cree ud. que se ha giñao por el accidente o es que venían así de guarros de casa?". ¡Hostia, tu!, que no se vayan a enterar los vecinos, no de lo del accidente, no, de lo de los gallumbos.

Mas videos (y todos juntitos)

Resulta que hay por ahí un invento de la gente de Quinto Piso (que molan un puñao, oyes y tienen unas ideas cojonudas y además las llevan a la práctica, que es lo bueno de terner ideas geniales) que te permite poner varios videos a la vez, para que la baska eliga el que quiera ver, o si le da la gana (y no tiene otras cosas más importantes que hacer) pues verlos todos. Y además resulta mogollón de elegante (¿que no?) y es un flipe con sus animaciones y todo. Así que desde ahora mesmo se acabó eso de ir poniendo los vídeos de uno en uno en las entradas, a no ser que quiera poner uno en concreto y solamente ese por la razón que sea, que con el invento este no hace falta nisiquiera pasarse por la página de YouTube y buscar los videos. Que es más facil que todo esto. ¿Que como se hace?. Esssstaaa bién, os lo diré, solo tenéis que ir a esta dirección y seguir las intrucciones (muy fáciles) que os proporcionan allí: http://www.youembedtube.com/


Hoy voy a poneros varios de Pink Floyd, por lo mucho que nos gustaban (y nos gustan) y por la tremenda influencia que tuvieron en nuestra temprana etapa psicodélica.



Espero que os lo hayáis pasado bien viéndolos y escuchándolos. Os aseguro que yo me lo he pasado pipa (con el invento, que es genial, ¿a que si? y con los videos). De paso he quitado la barra de video que había en la columna lateral del blog, que había que esperar a que se fueran poniendo y resultaba un poco peñazo. Pero no os preocupeís, que ya os iré poniendo más de vez en cuando para ir amenizando la cosa.

Un día como cualquier otro

Un día como cualquier otro, me levantaba a las 7, 30 de la mañana para ir a la uni (tenía que coger dos trasbordos de metro y un autobús en Moncloa y tardaba más una hora). En la estación de El Carmen había quedado con mi amigo domingo. Allí le bacilábamos a la taquillera, porque un día que no tenía cambio nos dijo que había que traer el importe suelto y desde entonces le soltábamos un porrón de céntimos para pagar el billete. Y juntos nos íbamos de mejor humor a clase, y si venía muy lleno, que pasaba muchas veces, nos subíamos entre los dos vagones (para habernos matao) hasta llegar a la estación siguiente, que era Ventas, donde se bajaba mogollón de gente. Una vez en la uni algunas clases nos las fumábamos (y otras cosas), vamos que no íbamos, dependiendo de lo muermo que fuera el profe y de las ganas que tuvieramos. No se puede decir que fuéramos unos estudiantes ejemplares. Comíamos en los comedores del SEU por 25 pesetas, o nos comprábamos una barra de pan y foigras de La Piara en Moncloa para quedarnos las pelas.

Por la tarde a la Biblioteca. Una pequeña siesta de 20 minutos sobre los libros en la mesa (que las siestas largas son chungas y sobre todo te entraba una torticulis de espanto como la prolongaras) y a empollar. Bueno, si teníamos ganas. Al final algo estudíabamos, porque nos quedábamos hasta las siete o las ocho que volvíamos al barrio. Allí, en la biblioteca nos juntábamos unos cuantos colegas y amigos y tambian había su poco, o su mucho, de cachondeo, hasta que el bedel nos recriminaba con gesto adusto y mirada seria, pero sin demasiadas ganas. Contábamos chistes, anécdotas, bacilabamos a las tías (que por cierto no nos hacían ni puñetero caso) y cosas por el estilo. A veces venían al Bola y su amigo Juan, ambos estudiaban enfrente en la Facultad de Derecho y la cosa se animaba aún más.

Vuelta al barrio. Si era invierno a pasar frío en la calle. Si ya había templado nos íbamos al parque con las guitarritas hasta la hora de cenar (en Castilla y en Madrid se cena tarde, es sabido). Y ese era un día normal. Bueno, a no ser que decidiera saltame la uni, ir a buscar a Quique a la Cuesta de Moyano, que curraba allí con los libros, para convencerle de que nos fuéramos por ahí (al Retiro, o a buscar al Rulo a la salida del curro para convencerle de que no fuera a clase, lo que no nos costaba mucho). O que después de comer me fuera a casa de Rulo directamente pasando de la biblioteca a escuchar musiqueli, o a casa de Juan a hacer exactamente lo mismo. O a ver una peli de arte y ensayo (¡que vaya bodrios que nos hemos tragado!) al cineclub de Caminos o a la Filmoteca (que eran baratos). Recuerdo como especialmente coñazo la de "Mis noches con Maud" (los cinéfilos me perdonen), aunque también pelis buenas como "La Salamandra", que me encantó, o "To be o no to be", que sigue siendo una de mis pelis favoritas (aunque no creo que sea de arte y ensayo, más bien todo lo contrario) y en mi opinión mejor que "El Gran Dictador" (los cinéfilos me perdonen de nuevo, y sino que pasen de mi directamente, que yo tambien paso de ellos).

O que, decidieramos que nos íbamos, desde la uni, en el coche de Juan, a la casa de los padres del Bola en Avila, en pleno invierno, sin cadenas ni un duro para gasoliana (eso pasó más de una vez y hubo una no nos matamos gracias a su pericia bajando desde Navacerrada, que aquello patinaba mogollón. El guardía civil que nos cortó el paso y nos hizo dar media vuelta, mientras un camión se descizaba peligrosamente hacia nosostros -que la nevada había pillado de improviso- dijo: si no saben derrapar se matan). Pero no dejaban de ser días normales, como cualquier otro, o eso nos parecía a nosotros.

¡Una de bravas!

¡Una de bravas!, grito de guerra del camarero a la cocina mientras tu ya empiezas a ensalibar. Si, oyes, que hoy me apetecía escribir sobre las patatas a la brava, también conocidas como "patatas bravas", que es un aperitivo muy típico de Madrid, tan típico que haoy todavía las encuantras en muchas baretos. ¡Ojo!, he dicho baretos, nada de cafetrias de plástico o cosas por el estilo. Básicamente son patatas cortadas en taquitos, fritas y servidas con una salsa de tomate picante. ¡Cuanto más picante mejor!, que se trata de que te bebas unas cuantas birras mientras te las tomas y hacer un poco de gasto en el bareto. ¡Una de bravas!. Que si, que ya se que también las hacen por ahí en otros sitios, pero no se pueden comparar con las que hacen en Madrid

Se trata, básicamente, de un aperitivo de gente modesta (¿y desde cuando los rockeros, sobre todo los de barrio periferico como nosotros no somos gente modesta y hasta un punto proletaria?), algo que no váis a encontrar en los sitios glamurosos esos que frecuentan los pijos y la gente guapa que tiene un pastón y gustos refinados (¿y desde cuando los rockeros, aunque seamo gente modesta, de barrio periférico no podemos tener gustos refinados?. ¿eh?). Un aparitivo barato y sabroso y que llena un güevo, así que, ¡marchando una de bravas! y a sentirse en la gloria, tu. (Seguro que hay algún sieso por ahí que no le gustan las bravas, o que le sientan mal al pobrecico, pero no pensamos hacerle ni puñetero caso).


En nuestro barrio había dos sitios que las servían dabuti. Bueno, mejor solo uno, que el otro estaba en el barrio de arriba, que también era la Barrio de la Concepción, pero no el nuestro que era la Ampliación. Se llamaba "PAR-DOS" (muy originales en el nombre del garito, eso sí), estaba en la Avda. Donostiarra, al ladito de mi casa, y ponían unas patatas bravas cojonudas, así que no era raro que nos fueramos a pegar un pequeño y delicioso atracón siempre que se presentara el caso (o sea que tuviéramos pasta, o que le diéramos un sablazo en forma de invitación a algún amiguete o conocido incauto que pasara por allí). En una ocasión un amiguete y yo nos fuimos y nos sentamos en la terraza (que tenía terraza y todo), o sea que era verano o casi, y nos pedimos, no una ración, sino ¡toda la bandeja!, y nos pusimos como el Tenazas (que nunca he sabido muy bien como se ponía el Tenazas ese, pero debía de ser morao), que ya se sabe que los rockeros somos muy dados, pero que muy dados, a todo tipo de excesos, incluso con las bravas.

El otro, un poco más lejos, al final de Virgen de Nuria (que es el nombre de una calle, no vayáis a pensar cosas raras, que todas las calles del barrio, menos la Avda. Donostiarra, son vírgenes de esto o de lo otro, vamos que se llaman así) donde terminaba el Parque del Calero, que luego hicieron allí un auditorio y todo, y no íbamos tanto (y tampoco me acuerdo ya como se llamaba, que ha pasado una porrada de tiempo, y esta es la prueba irrefutable de que no íbamos tanto). Aunque de tarde en tarde nos dejábamos caer como quién no quiere la cosa y nos pillábamos unas bravas. Y también en algún bareto cerca de la uni las ponían buenas, pero yo me quedo con las del barrio.

P.D. No se muy bien lo que ha pasao, pero ha sido terminar de escribir esto y se han disparado las visitas al blog desde los sitios más dispares, así que o el nuevo contador que le he puesto (majete, ¿eh?) no furula como es debido, o la gente anda por ahí de lo más ansiosa de patatas bravas.

Live at The Honey PUB


Lo que son las cosas. Más de diez años despues de que formaramos el grupo y empezaramos a ensayar en el sótano (así que en vez de un grupo de garage, fuimos, al principio, un grupo de sótano, aunque eso sí acabamos ensayando, años después, en un garage) del local que ocupaba nuestro antiguo colegio de primaria (el de los curas no, el otro, el anterior, de cuando éramos chinorris), este se convirtio en un pub (que no es una mala transformación, al fin y al cabo), el pub Honey, donde el 27 de noviembre de 1981 MOH dio un concierto en directo para los amigos y la gente del barrio. Fue un concierto íntimo. Una mezcla entre The Cavern y garito de blues. Afortunadamente hay una grabación del evento que no suena del todo mal y en ella podemos apreciar la capacidad de improvisación de los músicos. Salva, Quique, Rulo, MOH como trio, pero MOH al fin y al cabo. Espero que os guste, o por lo menos que no os disguste demasiado.


¡Ale!, a diñarle al enlace para oírlo:
http://www.reverbnation.com/tunepak/1548652

A mi particularmente, me parece muy interesante. Había pasado bastante tiempo desde los comienzos, tambien habíamos pasado por nuestra fase más psicodélica y luego sinfónica, (no os preocupéis, o preocuparos, no se, que luego seguiré con la historia), pero no dejamos de ser nunca, en cierta medida, un grupo de rock experimetal, y lo de improvisar es que nos iba un güevo.

P.D. Para que no tengáis que buscar esta entrada si queréis volver a escucharlo o torturar con él a alguien (que nunca se saben las manias de cada cual), lo he añadido (el tema) al player que hay en la columna lateral del blog. Lo mismo haré con los otros temas (aún quedan algunos) que iré poniendo más adelante.

Mushas grashias

El otro día bacilaba un poco con los despistados que llegaban a este blog buscando un determinado juego de ordenador cuyas siglas coinciden con nuestro nombre. Hoy quiero dar las gracias a todos los seguidores, que algunos tenemos oyes, por dedicarnos su tiempo y atención. Les prometo a todos que seguiré contando esta singular historia que por más que verídica no es sino cierta y que no tiene, como ya habrán apreciado la mayoría nada de singular. Un grupo de jovenes amigos que van y forman un grupo de rock a finales de los sesenta en la ciudad de Madrid, capital de España, entonces regida por una dictadura fascista de lo más cutre. ¿Que tiene eso de singular o de raro?. ¿Cuantos otros grupos de rock similares se han formado a lo largo y ancho del planeta por una panda de jovenzuelos y con distinta suerte?. Bueno, a lo mejor, con un poco de la misma no todos vivían bajo una dictadura fascista cutre.

También os prometo que seguiré poniendo más música nuestra para deleite de unos pocos y espanto de los demás, que tampoco éramos tan malos, mira tu, que al final hasta aprendimos a tocar y todo y a componer nuestros propios temas como si nada, aunque eso si, influidos por los grupos que oíamos y nos gustaban. Y con todo, desarrollamos un estilo propio, que no es por fardar, bueno, si, un poco, el sonido MOH. Y más foticos, que algunas quedan todavía perdidas por ahí, por los desvanes y otros rincones oscuros, y solo necesitamos encontrarlas pero estamos en ello, no os vayáis a creer.

Así que mushas grashias a todos por seguir pendientes del rollo que os vamos largando por entregas y que aún queda para rato. Pero eso si, si os animais a intervenir, pues no estaría mal, digo yo, que alguién podría dejar un comentario de vez en cuando, aunque sea para ciscarse en todos nuestros... quedaríamos la mar de agradecidos y muy contentos, que somos gente jovial y dicharachera, como la mayoría de los rockeros (que si, que ya se que hay alguno más avinagrado, que le vamos hacer, pero son una minoría), y nos mola un puñao que nos digáis que os parece y hasta que nos déis la brasa con esto o aquello.

Y si no, pues que le vamos a hacer, que tampcoco vamos a daros la bronca ni nada, ¡faltaría más!, que cada uno hace lo que le apetece y lo que le viene en gana (0 le sale de sus genitales partes), que esa ha sido nuestra filosofía desde entonces, siempre que no salpique y no jorobe, y aquí seguiremos dando la barrila cada pocos días hasta que pasen meses en que este blog no lo visite nadie, y crie telarañas, y aún así seguríamos un rato largo que a palizas no hay quién nos gane, que hemos descubierto que esto (dar la ñarra en un blog) puede ser hasta terapeútico y nos ahorramos una pasta gansa en psicólogos de esos, que no están los tiempos para ir tirando el dinero.

Ametralladora

Tranquilos que no me he vuelto belicista a estas alturas, más bien al contrario. Me refiero, claro está, al famoso tema grabado por Jimmi Hendrix en su último album, "Band of Gypsys", grabado en directo y que se llamaba "Machine gun", o sea, ametralladora. Bueno último album que salio antes de morir que luego hubo uno póstumo y al poco los buitres de las discograficas empezaron a sacar como locos discos de Jimmi Hendrix con tal o cual menda con los que había tocado antes de hacerse famoso, que era una especie de plaga, pero que no eran en realidad discos suyos y algunos eran incluso grabaciones horrendas. Aunque todo el disco nos gustaba con locura, este tema en especial era uno de nuestros favoritos. ¡La de veces que lo habremos oido en casa de Rulo! y como flipábamos con los sonidos que le sacaba a la guitarra simulando bombardeos y ametralladoras.

Lo cierto es que también habíamos llegado tarde a Hendrix, aunque su "Hey Joe" se escuchó bastante, cosa rara, por aquí, que hasta lo tenían en la máquina de discos de un bareto del barrio al que solíamos ir. Creo acordarme de que el "Band of Gypsys", donde ya no tocaba con su celebre "Experience" fue el primero de sus discos que escuchamos concienzudamente, incluso antes que el "Axis: Bold as Love" o el "Electric Ladyland" que aquí salió con otra portada por aquello de que las tías en bolas no le molaban nada al puñetero regimen. Bueno yo había escuchado en casa de un colega de la uni el "Are You Experienced?", su primer disco, y Cesar era un devoto del "Electric Ladyland" que había conseguido no se muy bien como. Pero sentarse, lo que se dice sentarse a escucharlo tranquilamente este fue el primero (oyes, y si me equivoco que me corrigan).



Bueno pues aquí está, aunque en blanco y negro y la calidad de la imagen no es muy buena, por eso os pongo el link a otro, en color y que se ve y oye bastante bien: http://es.youtube.com/watch?v=USbJ4pfHmfg, pero que no podía apañarlo aquí porque tiene desactivado el código html para insertarlo (¡que cosas!, que no les importa que esté en YouTube pero no quieren que lo pongas en tu blog, que no se entiende muy bien, pero bueno...)

Pues este también ha sido fino...

Pasadas las euforias de año viejo, año nuevo y su resacas correspondientes me dió por mirar atrás, no por ver si me seguía alguién, sino por echarle cuentas al año que recientemente se había ido. ¡Pues este también ha sido fino! (pensé), que bién lo que se dice bién no nos fue a los de MOH, musicalmente hablando, oyes, que en lo personal tampoco teníamos tanta queja, aunque no fuera para echar coetes. ¿Año chungo?, me diréis... Nos quedamos sin local para ensayar, Salva se piró a la mili, se me petó el Panther, las actuaciones flojeaban y cuando dimos una fue un desastre. Para años guapos los dos anteriores, pero este no, no había sido ninguna maravilla.

En lo personal, mi menda andaba (des)compuesto y sin novieta (aunque entonces no se decía así), y mi único intento al respecto se saldó, como ya he explicado con un rotundo fracaso, para variar. No es que me importase mucho estar sin chica, bueno, si me importaba, pero tampoco me comía el coco continuamente. Lo peor es lo los demás si ligaban y yo amenudo iba, pues de carabina, que tampoco es que me volviera loco. Por lo demás las hormonas hacían su trabajo concienzudamente y uno estaba más salido que una mona (que según parece las monas están mas salidas que los monos, o la frasecita es una tontería). Salido, que no baboso, que procuraba disimular en lo posible y que no se me notase. ¡Todo muy sano!.

Por ahí fuera la cosa tampoco habia pintado muy dabuti que digamos, aunque por aquí no siempre nos enterábamos bien de todo. Fue al año del Domingo Sangriento en Irlanda del Norte, hubo un golpe de Estado en Ecuador, los milicos argentinos se cargaron a un puñao de insurgentes de izquierda, un terremoto destruyó Managua y ocasionó miles de muertos, y en los Juegos Olímpicos los terroritas de Septiembre Negro asesinaron a once atletas israelíes. Aquí, en casita, mientras tanto, se sucedían las huelgas y la policia se dedicaba a tirotear a los trabajadores y estudiantes que osaban manifestarse, miemtras en la tele se estrenaba tan ricamente el ¡Un, Dos, Tres!, como si no pasara nada.

Por otra parte fue el año en que Deep Purple sacó su "Machine Head", con el que flipamos de lo lindo, Jethro Tull el "Thick As A Brick", una auténtica maravilla, y el doble recopilatorio "Living In The Past", y yo me los pillé los dos en cuanto pude, Pink Floyd su "Obscured by Clouds" , Yes un albun que habría de marcarnos por un tiempo "Fragile", y Genesis el "Foxtrot", aunque de ese nos enteramos más tarde. También fue el año en que T. Rex dió el campanazo, por lo menos por estas tierras, y aunque nos gustaban tampoco nos volvían locos. La cosecha rockera no había sido mala, aunque nosotros nos nos comieramos muchos roscos, musicalmente hablando claro.

Con un palmo de narices

Estos ultimos días hemos tenido una especie de pequeña avalancha de visitas en el blog, más allá de la veintena o treintena de personas (que tampoco me he parado a contarlas, oyes) que nos visitan habitualmente. Visitas que además procedían de lugares desde los que hasta entonces no habían conectado con nosotros, y en los que normalmente no hablan en cristiano (o sea que no se entiende nada de lo que dicen cuando hablan, ¡manía que tienen!). Así que me puse la mar de contento pensando que poco a poco nos estábamos haciendo famosos, mira tú, incluso entre los giris de los sitios más raros, después de tantos años que han pasado, y que la cosa pintaba pero que muy dabuti.

Una vez más se ha demostrado, sin embargo, que soy un ingenuo como la copa de un pino (o de un abedul, si se prefiere). Mirando en el mapita que hay abajo (que es donde se señala la procedencia de las cien últimas visitas al blog, y que es el que os he puesto aquí mismo, que ya se que sois muy vagos para ir hasta abajo del todo a comprobarlo) empece a pinchar en las banderitas de cada uno de esos sitios nuevos desde los que de repente les había dado por visitarnos (¡que había gente nada menos que de Indonesia y Nueva Zelanda!, que no se puede decir que estén a la vuelta de la esquina precisamente) y cual no fuera mi sorpresa al ver que todos ellos sin excepción, habían llegado y se habían marchado echando najas. Ninguno había leido nada más que no fuera la página de inicio. Nada de curiosar un poco para ver de que va todo este rollo, no, salieron disparados como si les persiguiera el mismísimo diablo.



Como resulta que tengo una alta opinión de ese señor y de su trabajo (que parece que lo está haciendo endemoniadamente bien el tipo a juzgar como van las cosas por este mundo y últimamente parece que esté especialmente ocupado) pensé que seguramente estaría liado en fines más importantes que el de espantar a los posibles visistantes de este blog. Así que deseché sin más la probable causa. Y me puse a pensar... Bueno, solo un rato, que está muy mal visto y es algo propio de gente izquierdosa y contestataria de esa que siempre está dando la ñarra con la libertad, la justicia y otras tonterías similares.

Después de un rato, que ya digo que pensar mucho es malo y algunos dicen que hasta envejece (cosa que me permito poner en duda, que conozco mendas que no han pensado en su vida y están hechos un cascajo), fuí y caí en la cuenta (que tampoco es una mala manera de caer). ¡Se trataba de eso!, y yo, memo de mi, haciéndome ilusiones sobre el repentino aumento de nuestras visitas. Estaban buscando para regalar en estas fiestas el "Medal of Honor" que es un juego de esos de ordenadores cuyas siglas coinciden con el nombre de nuestro mítico grupo (la nube que vegeta). Que conste que nosostros nos llamabamos así mucho tiempo antes de que se inventara el ordenador personal y no pensamos cambiar de nombre, que lo nuestro es nombre y no siglas, ahora por el dichoso jueguecito ese por más seguidores y usuarios que tenga. En fín que se llevarían un buen chasco y más de un@ debío de quedarse con un palmo de narices, como decimos por aquí. Claro que nosotros tambíen nos hemos llevado un chasco así que estamos a la par.

Noche de Reyes

Como ya estábamos algo creciditos, aunque a mi no terminaba de salirme la barba, hacía ya bastante tiempo que no creíamos en sus Majestades los Reyes Magos esos de Oriente, que de toda la vida se ha dicho que fueron tres los que iban siguiendo la estrella hacia el portal de Belén, que parece que fue un cometa de esos que nos visitan cada dos mil años (lo de le estrella, digo) que muy visitadorcicos tampoco se puede decir que sean, aunque hay quién dice que eran cinco en realidad, mientras alguno sostiene que eran nada menos que siete (como los Siete Magníficos pero sin pistolas y en camellos en lugar de caballos). Dejémoslo en tres por amor a las tradiciones, y por pura vagancia, oyes, que vete tu a ponerle nombre y jeta a los demás compinches. Con oro, incienso (que vete tu a saber que clase de incienso era, que los hay que colocan un güevo) y mirra a adorar al niño, como si tal cosa.

Esa noche también solíamos salir a dar un garbeo aunque con menos expectativas de jolgorio que en Año Nuevo. Lo normal es que nos quedáramos por el barrio, tomando cañas en algún bareto que alguno había abierto hasta las tantas (igual que los comercios, que siempre hay un despistado que lo compra todo a última hora) o fuéramos a casa de alguien si se prestaba la ocasión, y a mi me daba entonces por ponerme nostálgico y hasta filosófico para desesperación de los demás. Al día siguiente solíamos quedar por la tarde, más que nada para despedirnos de las fiestas y de las vacaciones, pues con ello se reanudaba la rutina cotidiana (aunque a nosotros lo de la rutina nos daba bastante por el c.. ), y otra vez a clase, y a estudiar y a preparar los exámenes, y en ese plan. Y de paso, si había algún disco nuevo que había caído por la ocasión, aprovechar para escucharlo, siempre que estuviera la casa de Rulo disponible, claro.


Otro año, 1973, había comenzado. ¿Que les depararía a los de MOH?. ¿Seguríamos sin un local donde poder ensayar?. ¿Como prepararíamos las actuaciones?. ¿Podríamos comprarnos instrumentos nuevos?. ¿Tendríamos nuevas actuaciones?. ¿Sería el año de nuestro trinfo definitivo?. El año, la verdad, no empezaba de forma muy alagüeña. Y yo, ¿terminaría por fín mi segundo curso de primero en la uni o me quedaría atascado allí para siempre?. ¿Conseguiría ligar con alguna chica que me gustara?. ¿Volvería a sonar mi viejo y cascado Panther como en un principio, o sea como antes de cascarse?. Era más que dudoso. (lo de ligar y lo del Panther) ¿Que otras cosas nos depararía ese año?. Calma, todo se verá, a su momento.

La verdad es que tampoco nos comíamos mucho el coco con todas esas cosas, llenos como estábamos de pujante ardor juvenil y de una fe ciega en nuestra propia valía como músicos de un grupo de rock. ¡Eramos cojonudos!, no te digo, solo que estábamos pasando por una mala racha que ya se arreglaría alguna vez, y entonces se iba a enterar todo el mundo de quién era MOH (si, eso, la nube que vegeta). Así que encaramos el nuevo año con optimismo, que si a esa edad andas todo el día deprimido lo llevas pero que muy chungo, y alegría, y dispuestos a tirar pa lante como fuera.

¡Menuda resaca!

Lo típico. El primer día del nuevo año empezaba con una buena resaca. Mejor dicho con un resacón de espanto después de haber estado toda la noche oyendo música, bebiendo, fumando, bailando (en ocasiones), en fín de juerga hasta las tantas como es lo típico de esa noche. No recuerdo muy bien donde la pasamos aquel año, no se si fue en casa de Carmelo o en otro sitio, ahora no consigo acordarme. Un año, no se si fue este, Carmelo nos invitó a su casa y allá que nos plantamos, en el metro claro, con nuestro Ummaguma debajo del brazo, que acabábamos de pillarlo (ya conté que habíamos descubierto a Pink Floyd un tanto tardíamente) y flipábamos cantidad con él. También estaban sus amigos, que eran mayores que nosostros y les iban más los Kinks y los Animals (que no es que estuvieran mal, pero a nosostros nos parecían de la Prehistoria), aunque Carmelo estaba empeñado en que oyeran "Eugenia, ten cuidado con ese hacha" y no paró hasta conseguirlo. Una y no más, que nos les iba ese rollo a los muy tarras, así que terminamos cada grupo en un cuarto y a lo suyo. Pero no se si fue aquel año, que no consigo acordarme y a veces me parece que si y otras que no.

En una ocasión, recuerdo que no me acosté en todo el día. Habíamos acabado la juerga y Rulo, el Bola, Pato y yo nos metímos en una matinal de la Gran Vía a ver una de dibujos animados, y nos quedamos sobados en el cine, pero acostarme, no me acosté en todo el día. Por la tarde fuimos unos cuantos a las Cuevas de Sésamo, en la calle Príncipe, que era una especie de tugurio un tanto literario, con citas por las paredes y pianucho incluido, y un tanto claustrofóbico, o al menos a mi me lo parecía (y eso que no he tenido claustrofobia en mi vida), y pillé una especie de colocón rarísismo sin haberme tomado nada, mezcla de los últimos coletazos de la resaca y de no haber dormido (salvo en el cine) como es debido en las últimas cuarenta horas. Pero tampoco me acuerdo ahora si fue ese año. Por cierto que el local parece que existe todavia, aunque no se si tendrá el mismo aspecto que por aquel entonces.

Pasamos muchos más Años Nuevos juntos, como aquel en casa de Juan, en el que Emeterio, que estaba haciendo la mili se piró del cuartel sin permiso y se vino tan campante al cotarro vestido de militroncho y todo, que pensamos que le iban a meter un puro que no veas, pero parece que tuvo suerte y no se enteraron de que había desertado por aquella noche. Y algunas otros más, que ya lo iré contando a su debido tiempo (y si consigo acordarme) que nos es plan de hacer ahora la lista completa, pero siempre había una cosa en común, hubieramos estado donde hubiéramos estado, la resaca que teníamos luego. Que raro ¿eh?. Pero lo que no hicimos nunca, y si lo llegamos a hacer no me acuerdo, es ir a tomar las uvas a la Puerta del Sol, con otro millón y medio de madrileños, que el gentío siempre nos ha espantado un poco, menos en los conciertos de rock. Raritos que éramos.

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