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Noche de Reyes

Como ya estábamos algo creciditos, aunque a mi no terminaba de salirme la barba, hacía ya bastante tiempo que no creíamos en sus Majestades los Reyes Magos esos de Oriente, que de toda la vida se ha dicho que fueron tres los que iban siguiendo la estrella hacia el portal de Belén, que parece que fue un cometa de esos que nos visitan cada dos mil años (lo de le estrella, digo) que muy visitadorcicos tampoco se puede decir que sean, aunque hay quién dice que eran cinco en realidad, mientras alguno sostiene que eran nada menos que siete (como los Siete Magníficos pero sin pistolas y en camellos en lugar de caballos). Dejémoslo en tres por amor a las tradiciones, y por pura vagancia, oyes, que vete tu a ponerle nombre y jeta a los demás compinches. Con oro, incienso (que vete tu a saber que clase de incienso era, que los hay que colocan un güevo) y mirra a adorar al niño, como si tal cosa.

Esa noche también solíamos salir a dar un garbeo aunque con menos expectativas de jolgorio que en Año Nuevo. Lo normal es que nos quedáramos por el barrio, tomando cañas en algún bareto que alguno había abierto hasta las tantas (igual que los comercios, que siempre hay un despistado que lo compra todo a última hora) o fuéramos a casa de alguien si se prestaba la ocasión, y a mi me daba entonces por ponerme nostálgico y hasta filosófico para desesperación de los demás. Al día siguiente solíamos quedar por la tarde, más que nada para despedirnos de las fiestas y de las vacaciones, pues con ello se reanudaba la rutina cotidiana (aunque a nosotros lo de la rutina nos daba bastante por el c.. ), y otra vez a clase, y a estudiar y a preparar los exámenes, y en ese plan. Y de paso, si había algún disco nuevo que había caído por la ocasión, aprovechar para escucharlo, siempre que estuviera la casa de Rulo disponible, claro.


Otro año, 1973, había comenzado. ¿Que les depararía a los de MOH?. ¿Seguríamos sin un local donde poder ensayar?. ¿Como prepararíamos las actuaciones?. ¿Podríamos comprarnos instrumentos nuevos?. ¿Tendríamos nuevas actuaciones?. ¿Sería el año de nuestro trinfo definitivo?. El año, la verdad, no empezaba de forma muy alagüeña. Y yo, ¿terminaría por fín mi segundo curso de primero en la uni o me quedaría atascado allí para siempre?. ¿Conseguiría ligar con alguna chica que me gustara?. ¿Volvería a sonar mi viejo y cascado Panther como en un principio, o sea como antes de cascarse?. Era más que dudoso. (lo de ligar y lo del Panther) ¿Que otras cosas nos depararía ese año?. Calma, todo se verá, a su momento.

La verdad es que tampoco nos comíamos mucho el coco con todas esas cosas, llenos como estábamos de pujante ardor juvenil y de una fe ciega en nuestra propia valía como músicos de un grupo de rock. ¡Eramos cojonudos!, no te digo, solo que estábamos pasando por una mala racha que ya se arreglaría alguna vez, y entonces se iba a enterar todo el mundo de quién era MOH (si, eso, la nube que vegeta). Así que encaramos el nuevo año con optimismo, que si a esa edad andas todo el día deprimido lo llevas pero que muy chungo, y alegría, y dispuestos a tirar pa lante como fuera.

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