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Darío y el "Shubidubidu"

Un día conocimos a Darío, un chaval venezolano o puertoriqueño, que no me acuerdo muy bién, que además resultó que tocaba la guitarra de punteo (ahora se dice solista) que te cagas, o eso nos parecía a nosostros entonces. El caso es que empezó a frecuentar nuestro local de ensayo, el sótano de nuestro colegió de párvulos para más señas, y a tocar con nosotros. ¡Estábamos extasiados!, menos Quique, claro, que, aunque le daba duro, aún estaba aprendiendo el instrumento, igual que los demás, bueno todos no, Salva ya tocaba la batería más que aceptablemente (de hecho, creo que siempre ha sido el mejor músico de los cuatro).

Nos salió una actuación en nuestro antiguo colegio, no, el de párvulos, no, el otro, y los tres, sin contar con Quique, decidimos que la guitarra de punteo (ahora se llama solista) la tocaría Darío, a lo que el pobre Quique se cogió un rebote que no veas y con toda la razón. ¿Acaso no éramos MOH, la nube que vegeta?. ¿Que pintaba éste tío aquí?. ¿Donde están los límites de la verdadera amistad? (Esto último es de mi cosecha, pero creo que, bien pensado, debió sentir algo parecido).

Dario (derecha), yo (izquierda)

Bueno, pues ni caso, nosotros a lo nuestro, a fardar con un tío que tocaba la guitarra de punteo (ahora se llama solista ¡Ah!, ¿Que lo he explicado ya?) que te cagas, o eso nos parecía por aquel entonces. Pero no hay felonía sin castigo y nos habíamos convertido en los tres felones de MOH que tocaban con Darío, que tocaba la guitarra de punt.... ejem.

El caso es que el tal Darió conocía a una cantante que, según decía iba a grabar un disco ¡si, si!, ¡un disco!, y que, según nos contó, necesitaba un grupo de acompañamiento. Bueno, pues allí que nos fuimos los tres felones y el rey persa a la casa de la cantante que, por cierto, vivía donde Cristo pegó las tres voces (sin ánimo de ofender a nadie, es que es verdad, vivía la tía a tomar por c...). Pues ¡ale!, en autobús, o guaga, que diría nuestro recién incorporado guitarra de punteo (ahora se di... ).

Y lo mejor de todo es que fuimos cargando con los bártulos en la dichosa guaga, o autobús más que periférico. El Salva con la batería, que no sé ni como la pudimos subir, yo con mi flamante Panther, el Rulo con su bajo. El caso es que luego he soñado que el tal Darío alquiló un taxi para irse él con el equipo - no me hagáis mucho caso que a veces confundo los sueños con la realidad- y nosotros tres en la guaga como unos pringaos.

En fin, que llegamos a la casa de la cantante, montamos el equipo, que habíamos traído con nosotros o había venido por su cuenta en el taxi, y resulta que la tía era una cantante melódica, pero melódica, melódica. Bueno, nos explicó de que, iba el rollo, nos aprendimos pronto los acordes y la cadencia de la primera canción - que iba a grabar un single ¿eh?, ¿que os creías?- y nos pusimos al tajo. Nunca mejor dicho. Tajo el que le hubiéramos dado, los tres felones, en las cuerdas bucales. Y no es que cantara mal, no, que la mujer tenía hasta su gracia y todo, es que el tema era un auténtico pestiño, algo asó como "Con los brazos cruzados, voy andando el camino...", una especie de bolero ¡puag!, recuérdese que nosotros hacíamos rock progresivo, o cosa muy similar.

Así que Rulo y yo, que el Salva ya estaba acostumbrado a eso y a cosas peores en la orquesta de su padre (de lo que también hablaré más adelante), cada vez que ella terminaba una frase, nosotros, con mal disimulado entusiamo, coreábamos "Shubidubidü". Bueno, pues parece que no le gustó la aportación porque no se volvió a repetir tran trascendente experiencia.

Para ser justo he de decir que Darío, que al poco desapareció sin que jamás volviéramos a saber nada de él, si nos aportó algo interesante. Aquella misma tarde, en casa de la cantante de marras, nos puso un par de discos que lo flipamos (como se dice ahora, que entonces no me acuerdo como se decía). Uno, la jam sessión en directo de Mikle Bloomfield y Al Kooper, con su "Season of the Wicth" - no veáis lo que me ha costado luego encontrar el puñetero disco. Y dos, el impresionante "Since I've Been Loving You" de Led Zeppelin, de los que conocíamos su "Whole Lotta Love", y poco más. ¡No hay bien que por mal no venga!.

Esta es la versión de estudio ¿queda claro? que la del directo, aunque la tengo en disco en mi keli, no la he podido encontran en en ningún lado.

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